Recomendaciones para favorecer el desarrollo del lenguaje


La expresión verbal, juega un papel fundamental en la vida del ser humano, siendo una herramienta para relacionarse, expresar sentimientos, necesidades, ideas, desarrollar habilidades de pensamiento y adquirir nociones del mundo que nos rodea.

Los niños adquieren el lenguaje, en la medida en la que estén expuestos a éste, es decir entre más les hablemos, los involucremos y tengamos en cuenta en nuestras conversaciones, entenderán que a través del Lenguaje es posible expresarse, reemplazando de ésta manera la expresión gestual y el llanto, como medio de comunicación.

A continuación, encontrarán algunas sugerencias que pueden favorecer el desarrollo del lenguaje:

- Es necesario hablar con claridad y pronunciación.

- Hacer énfasis en la entonación y acentuación.

- Exagerar la producción de sonidos (de animales, objetos cotidianos)

- Emplear frases claras, cortas y concisas.

- Utilizar preguntas, para favorecer su intención comunicativa.

- Describir objetos, lugares y actividades, de ésta forma su vocabulario se enriquecerá.

- Resaltar todos sus acercamientos al lenguaje, reconocer sus esfuerzos por comunicarse.

- Felicitar por sus intentos de hablar y muestre interés por su
expresión.

- Evitar la corrección directa, repita la palabra o fonema de forma
correcta.

- Manifestar interés cuando nos esté hablando.

- Realizar diariamente ejercicios oro faciales, tales como; ejercitar la lengua, subirla de un lado a otro, arriba y abajo, imitar gestos y expresiones, tomar con pitillo, soplar, bostezar, emitir sonidos de
objetos cotidianos (carro, avión) y onomatopeyas (animales).

- Enriquecer diariamente su vocabulario, mencionar las cualidades de las cosas. Describe su color, forma, tamaño y demás características. Escuchar cuentos, rimas y canciones también puede favorecer el conocimiento de nuevas palabras.

No olviden que ustedes son los mejores maestros de sus hijos, acompáñenlos a conocer el mundo que lo rodea.

Ana María Ochoa Calderón
Directora

Masaje Shantala


El masaje Shantala, es una técnica de origen Hindú. En la India se practica desde el nacimiento del bebé, dando continuidad a la cercanía que se tiene con la mamá, desde la gestación.

En la década de los años cincuenta, el Ginecólogo Fréderick Leboyer lo definió como un “regalo de amor”.

El masaje Shantala significa amor, cariño, ternura, felicidad, respeto, paz, tranquilidad, apoyo y comunicación. Constituye también una forma de manifestarle a nuestros hijos cuánto los queremos, sin usar palabras, a través de nuestras manos, cercanía, mirada y corazón.

Los principales beneficios del masaje son:

- Fortalece el vínculo entre padres y niños
- Aumenta la confianza y seguridad
- Relaja
- Estimula el sistema nervioso
- Mejora el sistema respiratorio

Anímate a darle éste regalo de amor a tu hijo

Ana María Ochoa Calderón
Directora

La importancia de establecer rutinas en los niños



Los recién nacidos se alimentan y duermen a libre demanda, y poco a poco debemos empezar a organizar sus rutinas y horarios.

Es fundamental regular las actividades diarias, permitiendo tener una mayor organización, disciplina y mejor calidad de vida para padres y niños.

Establecer rutinas en casa, les permitirá entender que hay un momento para cada actividad, un espacio y un comportamiento apropiado. Igualmente les ayudará a tener un desarrollo del pensamiento más estructurado.

Es importante aprovechar los primeros años de vida para formar rutinas y hábitos, mediante la repetición y constancia de los padres, podremos formar niños disciplinados, organizados y perseverantes.

Ahora son niños, pero estamos sembrando las primeras semillas de unos futuros adolescentes y adultos, quienes desde ya necesitan límites claros y organización en su cotidianidad.

Todo esto les ayudará a entender que las acciones tienen consecuencias buenas o malas, a saber qué esperar de ustedes como padres y a seguir una regla y norma.

Establecer las rutinas, con amor, firmeza, paciencia y constancia, nos ayudará a disfrutar cada día más de los niños.

Las rutinas permiten que los niños se sientan seguros y tranquilos. Lo predecible les permite crecer y desarrollarse con confianza y seguridad.

Recomendaciones para establecer rutinas en casa:

- Diseñar una rutina agradable en la que el niño se sienta motivado y
cómodo.

- Ser constante en la repetición y adquisición de las rutinas.

- Las rutinas y hábitos no se incorporarán rápidamente, es necesaria
la paciencia y tolerancia.

- Las primeras rutinas que se adquieren se relacionan con la
alimentación, el baño y el sueño.

Ánimo, no olviden que ustedes son los mejores maestros de sus hijos.

Ana María Ochoa Calderón
Directora

Aprender a compartir


Compartir es una de las habilidades sociales más difíciles de aprender y desarrollar en nuestros niños. Para ello, dentro de nuestro cotidiano proceso de educación, será necesario tener paciencia y tiempo.

Alrededor de los dos años, los niños se encuentran en una etapa de pensamiento concreto en la que les cuesta trabajo desprenderse de uno u otro objeto, especialmente por el “temor” que les genera sentir que lo van a perder definitivamente. En este mismo sentido empiezan a afianzar el concepto de
pertenencia y propiedad, en el que “todo es mío”, generando esa dificultad en compartir.

El apoyo que podemos brindar, padres, adultos cercanos y maestros, es ayudarles a comprender que el objeto que prestamos no lo vamos a perder, simplemente no lo vamos a tener físicamente por un tiempo, pero volverá para que tengamos acceso a él y lo sigamos disfrutando.

Sólo es posible aprender a compartir en la interacción y el contacto con otros niños, con los que poco a poco irán esperando su turno y cediendo cada vez con mayor tranquilidad.

A través del ejemplo que vean en casa podrán aprender a disfrutar compartiendo, repartir dulces para todos los miembros de la familia, realizar juegos en los que intervengan varias personas, como armar una torre, en la que cada uno pone un cubo, rompecabezas, e invitarlos a “hacer regalos” para las
abuelitas, tías, hermanos, etc.

Así mismo, resaltar el comportamiento positivo, felicitarlos cuando comparten algo y evitar a toda costa llamarlos “egoístas” o “tacaños”. Estas sencillas dinámicas son solo algunas de las actividades que nos permitirán favorecer y fomentar la generosidad desde una temprana edad.

No olviden que los niños aprenden a compartir, en la medida en la que les enseñemos a hacerlo.

Ana María Ochoa Calderón
Directora

Los “terribles” dos años


Nos encontramos frente a una nueva etapa de nuestros hijos, los dos años, momento lleno de cambios, progresos, avances, desafíos y retos para los padres.

Se da la transición de bebés a niños, los primeras manifestaciones de independencia, el yo y la individualidad.

Quieren conocer el mundo que los rodea, explorar nuevos objetos y acercarse a nuevas personas.

Empezarán a presentarse conductas desafiantes y retadoras, su movilidad y lenguaje le permiten al niño darse cuenta que puede pedir lo que quiera y obtenerlo.

Es la edad del "no", a través del cual se opone a las reglas y desafíos de la autoridad.

Los “terribles” dos años, nos retan como adultos y padres y nos ponen a prueba permanentemente.

Es importante que impartamos  en casa una disciplina positiva, resaltar las buenas acciones, enseñándoles a llamar la atención a través de comportamientos positivos, como cooperación, responsabilidad y respeto mutuo.

Nunca olvidemos que somos los adultos y es importante mantener el autocontrol y el buen ejemplo.

A continuación encontrarán algunas sugerencias para contribuir en la crianza de los niños:

- Ser consecuente
- Establecer rutinas, reglas y límites claros
- No amenazar, cumplir con lo prometido
- Resaltar los logros
- Convertir cada error en una oportunidad para aprender
- Usar un lenguaje amoroso, firme y amable
- Asignar pequeñas responsabilidades
- Enseñar autocontrol y disciplina
- Estimular su autonomía e independencia
- Dar instrucciones claras

Y lo más importante es dedicarles tiempo, compartir con ellos, conocerlos y quererlos con firmeza.

Ana María Ochoa Calderón
Directora

El control de esfínteres



El proceso de control de esfínteres es único e individual para cada niño. No existe una edad exacta que nos diga cuando debe iniciarse éste proceso, la pauta nos la dará el nivel madurativo, fisiológico, emocional y motor de cada uno de los niños. El control de esfínteres es un proceso natural, como lo es gatear, hablar o caminar, y es indispensable respetar el ritmo de cada uno.

Nosotros como padres, debemos identificar el momento en el que nuestros niños están listos para iniciar su proceso de controlar esfínteres.

Algunas manifestaciones que nos permiten identificar si está preparado (a):

  • - Puede seguir una instrucción
  • - Se comunica a través de palabras sencillas
  • - Sube y baja sus pantalones
  • - Puede permanecer sin mojarse un rato
  • - Muestra motivación o interés por el baño

Como padres debemos tener en cuenta para iniciar el proceso:

  • - Elegir unas semanas tranquilas, con disposición para estar cerca a nuestros hijos y con pocos cambios, como por ejemplo, cambios de casa, nacimiento de hermanitos, cambios de niñera.
  • - Tener mucha paciencia y tolerancia. No forzar, obligar, ni regañar en caso de accidentes.
  • - Tener presente que por el hecho de ser un proceso, tendremos días buenos y malos, avances y retrocesos.
  • - Reforzar positivamente los esfuerzos y logros de los niños
  • - Iniciar la motivación en casa, ir con los niños al baño.

Los invitamos a empezar a identificar el momento en el que sus hijos estén listos para dar inicio a éste proceso. ¡Cuenten con nuestro apoyo !

Ana María Ochoa
Directora